Estamos en un punto de
retroceso.
Tus hijos, ¿podrán estudiar
como lo hiciste tú?
Si estás desarrollando un
cáncer…. ¿podrás pagarte el tratamiento en una clínica privada?
Hablamos de un
empobrecimiento, de un deterioro de las condiciones de la vida que afectará a
todas aquellas cosas que son más importantes en nuestra vida diaria: la salud,
la alimentación, la enseñanza…e incluso la seguridad….
De seguir el programa
planteado consistente en detraer recursos de todos los servicios públicos que
hemos pagado entre tod@s para saldar una deuda privada, el entorno de las
ciudades se hará insoportable, y la salud , la felicidad y la seguridad de
tod@s se degradarán hasta extremos que hoy nos cuesta trabajo imaginar, a menos
que hayamos tenido la suerte o la desgracia de encontrarnos situados en las
primeras filas de los primeros disparos dirigidos contra las personas: como el
medio millón de personas que han sido o serán desahuciadas de sus hogares, como
el millón y medio de familias que ya no perciben ningún tipo de ingresos; o
como los cinco millones de trabajadores que no tienen ya un empleo; y lo que es
peor, ni si quiera la esperanza de poder encontrarlo.
Echemos las cuentas del
desastre social que nos plantean como verdadero programa de gobierno quienes se
presentan con falsedades, y promesas que nunca se han planteado ni si quiera
tratar de implementar. Echemos las cuentas de los millones de vidas
desgraciadas que son precisas para alimentar la vida de unos pocos “privilegiad@s”.
Existen muchos tipos de
fascismo dicen los sabios. Cualquier Totalitarismo conduce al desclasamiento
primero, y a la despersonalización después. Cada día nos parecemos más unos a
otros, como se clonan entre sí los centros comerciales. A veces las personas
nos parecemos en nuestra conducta a las franquicias corporativas. Nos compramos
el discurso completo, ya sea este o aquel, con sus sapos incluidos.
Y el 15M partió de dar una
respuesta distinta a esa desastrosa planificación urbanística de la personalidad
humana, con la recuperación de la metáfora de la Plaza. La plaza común es el
lugar de confluencia de todas las calles anchas de la ciudad, y también de las
callejas y callejuelas, salpicadas a su vez por plazas y plazuelas, donde éstas se
reúnen antes de llegar a la reunión común, DONDE TODAS ELLAS SE ENSANCHAN AL
UNIRSE. Por eso Sol, el Kilómetro Cero tan aborrecido por las periferias, dejó
de lado toda connotación de centralismo.
Muchas veces me pregunto, si
seguimos asumiendo la metáfora de la plaza como propia o no…Cuando esté
convencido de que se perdió esta idea tan simple y tan universal, yo, como una más
de las callejuelas más esquinadas y barriobajeras del conjunto del mapa,
acudiré con mis modos más enérgicos a derribar de nuevo a quienes se creen
dueños de las cosas; y estoy seguro de que de nuevo las fronteras serán puestas en
plazo de caducidad como el carisma de quienes hoy las levantan, para que no
lleguen ideas ni personas nuevas. La democracia siempre vencerá. Aunque algunos
crean que defienden el dominio y la centralidad de sus plazas, con esa actitud
lo único que logran es convertirlas en islas, que serán pronto tragadas por el
mar.
¿Quién pude estar tan lejos de la realidad
para pensar que pude construir una democracia sin contar con la gente, o detener
por mucho tiempo su inevitable progreso? Nada puede detener la evolución humana
por demasiado tiempo, salvo la destrucción del planeta.
Mientras tanto, todas estas
resistencias tensan las fuerzas de una nueva oleada democrática.
Sólo tengo oídos para
escuchar a quienes hablan de la gente que estamos perdiendo. A quienes se
hacen las preguntas por quienes ya casi ni pueden hablar.
Todo es tan vergonzoso que me
alegro de ser un escribidor mediocre. Ojalá nunca me salga brillante ninguna
metáfora. Considero ahora el estilo al escribir tan insultante como los desfiles
de modelos en pasarelas etéreas eternamente presentes en los telediarios. Como
los bolsos de Guchi. Ojalá haya escrito mal la marca. Y se me cuelen ahora
centenares de erratas.
¿Por qué estamos gobernados
por la vía de decretos ley, por qué ya las leyes no se argumentan en el
parlamento?
¿Cómo va ningún gobierno a realizar un debate ante sus gobernados
en el que plantee que su programa
verdadero consiste en convertir en invisibles a los que han de ir cayendo bajo
los disparos de los recortes que amenazan sus vidas?
Tengo
más preguntas que respuestas. Pero sé que la paz es la ausencia de violencia. Y la
injusticia o el dolor de los demás, los considero una declaración de guerra
contra el Ser Humano. El
desmantelamiento del principal centro hospitalario de Madrid supone el
desmantelamiento de la paz social. Y ante eso, cada uno verá lo que hace.
Yo
milito para combatir en esa guerra.
Todo lo
demás me importa un bledo: sólo pienso en ganar la primera batalla que devuelva
a las personas la confianza en las personas.
Y creo
que el "Campamento Amigo"; y el trabajo
que hacen las personas que participan en Coordinación Estatal del 15M, en esta
hora, los convierte a la mayoría de ellos en aliados del ser humano. Y mientras así lo crea, me vuelvo un mercenario al servicio; dispuesto a dejarme coordinar
y a coordinar también; a tomar las
iniciativas válidas para el conflicto, o a secundar las que toman otros: todo
lo demás (excepto mi salud que es la de los míos también), me importa un bledo.
Y cuando
piense lo contrario de lo que ahora puedes leer aquí, vendré al mismo lugar y escribiré una
cosa nueva. Porque no necesito, ni corrección ni estilo, ni permiso de jefes
visibles o encubiertos.
Apoyo sólo a quienes hablen
de lo que el Gobierno evita hablar.
No lo pueden hacer, no lo
pueden debatir de forma pública, porque no puede explicarse racionalmente, que
para reducir un supuesto déficit del Estado, lo que se haga es desmontarlo
hasta su aniquilación. ¿Para qué querríamos un Estado “de cuentas saneadas” si éste
mismo deja de cumplir las funciones únicas que justifican su misma existencia?
¿Para qué queremos el estado si no es para proteger a los ciudadanos que lo
componen?
No se atreven a debatir ya
las leyes en público, porque plantear este debate, hablando en lenguaje de la
calle, sería como contar que se planea “vender el coche para comprar la
gasolina”. O aún peor, para comprar la
gasolina con la que prender fuego a la casa de tus abuelos; a la escuela de tus
hijos, o al hospital de tu mujer. Y después abrir un centro privado y exclusivo
sobre las cenizas del solar dejado.
Debemos romper el anonimato,
aquel que quieren lograr ocultando el rostro de los invisibles; aunque cada vez
sea más difícil de ocultar…
¿No hemos notado cómo se va
degradando la calidad informativa de los
medios generales en la misma proporción en la que la realidad circundante se
degrada?
Esto es porque la política de
desclasamiento, de atomización de la sociedad para manejarla mejor, consiste en
crear aparentes abismos entre los que caen al vacío de la desesperanza y
quienes se aferran aún a la esperanza de que a ellos nunca les llegará el
momento…¿Pero cuántas familias existen ya en España que jamás habrían pensado en
ser ellos los siguientes de la lista?
¿Qué gobernante podría argumentar que se ha de
vender el coche para comprar la gasolina? ¿Cuál que con la gasolina adquirida,
prenderá fuego del hogar común que hasta la fecha nos hemos dado los españoles?
Pues bien: este es el programa
que se nos oculta….si aun no estás entre los llamados a padecer…puede que estés
leyendo esto mientras charlas con tus amigos en una cafetería… ¿Estáis todos
los amigos que solíais veros en las reuniones de siempre?
¿Hay otras sillas vacías a tu
alrededor?
Hoy puedes verlo aún desde
esta perspectiva: mañana, probablemente, la
silla vacía sea la que hoy ocupas tú…
Pero a mí ya no me interesa
ni tu nuevo teléfono ni tu conversación banal del aperitivo; desde este momento, y hasta que hables como un
hombre; hasta que tengas el verdadero valor de una mujer, como yo l@s había
conocido…para mí el invisible pasarás a ser tú.
Y cuando vuelvas a levantarte de la silla, o te la quiten, ya sabes dónde encontrarme para contar conmigo