lunes, 23 de marzo de 2009

VÍCTIMAS DE LA LEY DE COSTAS

<<<>>>
A.M.H es una vecina de la Calle del Sol Naciente situada en La Albufereta de Alicante. Su relato es uno más entre las más de 20.000 familias afectadas por la aplicación retroactiva de la Ley de Costas , aunque con algunas connotaciones especiales. Su marido ha padecido durante año y medio una enfermedad física y mental que le mantenía postrado en la cama, por lo que solicitó la ayuda a la que tenía derecho por la ley de Dependencia.
Pero la ayuda nunca llegó, su marido falleció y ella perdió su negocio al tener que atender a su marido, además de provocarse una hernia discal severa, por los esfuerzos para levantarlo y moverlo para ayudarle a realizar sus funciones básicas.
Al quedarse sin ningún ingreso y mientras se cumplían los lentos y farragosos trámites para obtener una pensión por invalidez, A.M.H, decidió ampliar la hipoteca para poder salir del apuro. Pero la sorpresa vino cuando el tasador del banco le informó de que el valor de su vivienda en el mercado era igual a 0 euros: “por encontrarse en el domino público, su casa está fuera de mercado según la ley de costas”, le espetó el tasador con cierto apuro, aunque, seguramente, sin sospechar que A. M. H, a sus 63 años de edad, no recordaba haber experimentado una sensación parecida, desde que en el año 1955, poco después de la Segunda Guerra Mundial, emigró a España desde su país de origen para escapar de las expropiaciones forzosas con las que el entonces gobierno comunista de Hungría dejó a su familia al borde de la indigencia.
Un prestamista de esos que sólo florecen en tiempos de crisis fue la solución desesperada a la que acudió la protagonista involuntaria de esta historia, mientras llegaba la esperada pensión de invalidez para poder mantener sus gastos corrientes.
Pero la pensión por invalidez se está haciendo esperar tanto como lo hizo la ayuda por la dependencia de su difunto marido. Y lo que sí que está a punto de llegar ya es el vencimiento del plazo para devolver el préstamo al prestamista oportunista.
El día 25 de este mes A.M. H perderá su casa por no haber podido venderla ni hipotecarla en condiciones normales, y volverá a encontrarse, a sus 63 años de edad, en la misma situación de indigencia de la que huyó en 1955, cuando escapó del comunismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario